Desde la comisura de tus labios dame un poco de vida, pues la mía se marchita al compás de las lúgubres melodías del odio...
y mi cuerpo trémulo ya no sabe más que solo odiar, mientras más sangre fluye de las heridas del tiempo más se borran las memorias de mi vida, y ese cuerpo se desvanece ante el paso del otoño, cae como una hoja resquebrajada y seca ante el soplo de la muerte...
Dame un poco de vida, sálvame de mi misma ahora que aun hay tiempo, ahora que puedo mirar al fondo de tus ojos y encontrar un poco de luz para iluminar mis días!!
Ven... antes de que el tiempo transcurra... y lentamente beba hasta la última gota de mi vida...