jueves, 20 de mayo de 2010

Corazones que se desangran ante la alegría

Si en algún momento tuvimos que encontrarnos, íbamos con los ojos vendados y solo sentimos nuestros pasos sonoros confundiéndose melódicamente.
Y aunque nuestros corazones se alegraran ante tan dulce sonido, no logramos distinguir que era, ni lo que significaba, solo era una melodía que flotaba en el aire...
una inolvidable y eterna melodía.

Un día, llegó la hora de quitarse las vendas... y ante nuestros ojos maravillados apareció un mundo lleno de colores... sin embargo, esa melodía no terminaba nunca de sonar...

Siempre te busqué, sabía como encontrarte... pero nunca volvimos a cruzar los caminos con la misma melodía... los sonidos habían cambiado, un nuevo ritmo se unía a la danza de tonalidades... el ritmo de un corazón que día a día dejaba de soñar, que poco a poco perdía su fuerza, y que simplemente no quiso cantar más... nunca más.

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